Arquitectura pública - MILENO GRANADA

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Arquitectura pública

SOCIEDAD

ARQUITECTURA PÚBLICA
El reino de Granada contó con edificios públicos únicos en la historia e la España musulmana, como fueron la madraza y el maristán.
La institución de la madraza (centro de estudios superiores especie de universidad, en árabe significa lugar de estudio) con una larga tradición en el mundo árabe oriental, tardo bastante tiempo en llegar a Al-Ándalus, siendo, precisamente durante el periodo nazarí cuando apareció. Hasta entonces las mezquitas realizaban esta función.
La primera madraza que hubo en suelo español fue la de Málaga, creada alrededor de 1336, sin que podamos precisar la fecha. Su fundador fue un místico, un sufí malagueño. Se levantó la madraza malagueña, a occidente de la mequita mayor de la ciudad. Esta madraza debió dedicarse exclusivamente a enseñanzas relacionadas con el sufismo. Por eso, con el paso de los años, desaparecido el núcleo de sufistas también despareció la madraza. Si hoy sabemos de su existencia es por las noticias que nos dejan Ibn al-Jatib, el gran erudito granadino del siglo XIV.
La segunda madraza fue la de Granada. Sobre ella hay abundante documentación, fue fundada en el reinado de Yusuf I (S XIV), en las inmediaciones de la mezquita mayor de la ciudad, en los que hoy es la calle de los Oficios, frente a la Capilla Real. La portada era de mármol blanco muy bellamente labrado, teniendo una puerta de entrada en forma de arco de herradura con una inscripción  coránica, y encima dos losas, también de mármol, imitando dos ventanas. La puerta daba acceso a un patio, con una alberca en su centro y pequeñas habitaciones con arcos sostenidos con columnas. En la planta baja existía un oratorio.
Una puerta grande, rectangular, con un grueso madero sobre ella, daba acceso a la escalera que llevaba a la planta superior. Los cuatro lados de esta planta los constituían una galería corrida, también con arcos y columnas. Allí debía haber una gran sala de trabajo, junto a algunas habitaciones que servían de alojamiento a los estudiantes.
En cuanto a las enseñanzas que se impartían, si nos basamos en los maestros que en ella hubo, debieron ser medicina, cálculo, astronomía, geometría, lógica y mecánica. Además, las clásicas de carácter jurídico-religioso y filológico-literario, es decir, derecho islámico con sus diversas ramas coránicas, teología, comentarios del Corán, lengua, filosofía, métrica y literatura. La mayor actividad de esta madraza coincide con los momentos posteriores a su creación, ya que Granada tuvo buenos médicos y había un excelente nivel científico. Las difíciles situaciones políticas por las que va a atravesar el reino de Granada durante el siglo XV, van a provocar una decadencia de la madraza, de los últimos años, antes de la caída de Granada en manos de los reyes católicos, no se sabe prácticamente nada.
El maristán, fue el hospital de la Granada nazarí (la palabra significa casa de enfermos). Del mismo modo que la madraza, era una institución que el resto de los países musulmanes poseían desde muchos siglos antes. En la España árabe hicieron aquella función algunos barrios concretos de las ciudades o un pequeño grupo de casa acondicionadas para tal uso, pero nunca hubo un edifico especialmente preparado para ello. Se conocía su existencia porque algunos médicos andalusíes fueron directores de hospitales en Oriente, pero hubo que esperar hasta el silo XIV para que naciera un hospital en el reino de Granada, en el Levante pudo existir uno anterior, del siglo XII.
Muhammad V ordenó levantar un maristán, en Granada, cuyas obras empezaron en 1365 y terminaron en 1367. El propio monarca le asigno unos fondos económicos para su mantenimiento.
El hospital estaba situado en el margen derecha de la Carrera del Darro, en un espacio limitado por el Bañuelo al oeste, la Casa de Zafra al este, el actual convento de la Concepción al norte y el puente del Cadí al sur.  El maristán granadino se levantó aprovechando otra construcción anterior, quizá un alhóndiga. La fachada y la puerta principal daban al norte, el edificio tenía dos plantas y en el centro había un patio central con una alberca rectangular a la que llegaba el agua por la boca de dos leones de piedra colocados en el centro de los dos lados largos. En cada esquina del patio se abría una escalera para subir a la planta superior. Por descripciones de textos, sabemos que el maristán, disponía de dos secciones, una para hombres y otra para mujer, que los pacientes se albergaban en pequeñas habitaciones, y que, además, haba otras salas mayores destinadas a las consultas. Debió de tener una decoración rica y un mobiliario también bueno. Esto y los árboles del patio posiblemente hicieron del maristán un lugar agradable. En sus primeros años los enfermos que allí se acogían debían ser todos los que lo necesitaran, aunque con el paso del tiempo, acabo convirtiéndose en manicomio, así lo encontraron los cristianos cuando llegaron a  Granada en 1492.
Completaban las listas de edificios públicos de importancia social las alhóndigas. Tanto alhóndiga como fonda son palabras que derivan del árabe finduq.
En los primeros años del dominio castellano la alhóndiga pasó a ser usada como almacén de trigo y esta palabra se referiría a ello en la España cristiana; es al principio del siglo XIX cuando volvió a adoptar el primitivo sentido, de lugar que servía de albergue.
La alhóndigas del reino de Granada solían ser un edificio más o menos cuadrado, con un patio central y una planta, en las naves del patio se encontraba los almacenes y las cuadradas; las habitaciones se encontraban en la planta alta, a los que allí se alojaban se les proporcionaba comida y lecho, consistente en una esteras y algo de ropa para taparse. De las muchas que tenía que haber en el reino de Granada, el único que se conserva hoy es el Corral del Carbón en ranada capital, estaba situado en la zona central de la ciudad, en la medina, muy cerca de la madraza y la Alcaicería, separada de ellas por el rio Darro, que se salvaba por un puente que desembocaba en la entrada principal de la Alcaicería. El Corral de Carbón en época nazarí se llamaba Alhóndiga Yadida (nueva) era posesión real, concretamente propiedad de las mujeres de la familia de Boabdil, los reyes Católicos lo cedieron a un servidor suyo que luego lo vendió, pasando a convertirse el edificio en Corral de comedias a mediados del siglo XVI, en el siglo XVII la planta alta pasó a ser casa de vecinos, mientras que la parte baja se utilizaba para alojar a los arrieros que traían el carbón a la ciudad, y de ello tomó su actual nombre el edifico.


 
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