MUHAMMEED XIII EL ZAGAL
De verdadero nombre Abu Abd Allah Muhammad Ibn Said, vigésimo segundo sultán nazarí de Granada (1485-1487). Conocido con el sobrenombre de Al Zagal (El valiente), era hermano del sultán Abu al-Hassan Ali y tío del último sultán efectivo del reino, Muhammad XII, más conocido con el sobrenombre de Boabdil, el Chico. Nació en Granada, en el año 1445, y murió en algún lugar del Magreb, posiblemente en Orán (Argelia), en el año 1500, en el más absoluto olvido. El Zagal es generalmente considerado como el mejor estratega de las tres personas que se peleaban por el trono. Luchó mientras tuvo fuerzas y mientras creyó que su brazo podia servir para defender a los suyos a abatir a los enemigos. Cuando se supo definitivamente vencido, se fue de Granada, de su reino.
Miembro relevante de la dinastía nazarí, en el año 1482 fue nombrado gobernador de Málaga, fecha en la que partió en auxilio de su hermano cuando éste fue destronado por su hijo Muhammad XII. Personaje muy popular entre los granadinos, su fama se acrecentó aún más cuando en el año 1483 venció a las huestes cristianas en la batalla de la Ajarquía (Axarquia), aunque la importante plaza de Alhama no pudo ser recuperada. La derrota y el posterior apresamiento de Boabdil el Chico en Lucena, el 21 de abril del mismo año, posibilitó al Zagal reponer en el trono nazarí a su hermano Abu al-Hassan Ali, cuyos partidarios le admitieron como jefe efectivo en la lucha entre padre e hijo por el trono. A partir de ese preciso momento, el Zagal aglutinó todos los poderes y el peso de la guerra que Abu al-Hassan venía sosteniendo contra su hijo Boabdil. Abu al-Hassan Ali, cansado y bastante envejecido, acabó abdicando en el año 1485 en favor de su hermano, reiniciándose de nuevo la guerra civil entre ambos bandos, convenientemente azuzada por los Reyes Católicos. Aunque siempre se mostró partidario de mantener la integridad física del reino, tras arrebatar Almería a Boabdil pactó con él un reparto territorial en virtud del cual el Zagal se instaló en la Alhambra mientras que su sobrino hizo lo propio en el Albaicín.
La caída de Ronda en manos de los cristianos, el 22 de mayo del año 1485, arrastró la de toda la Serranía y Marbella, haciéndose palpable la amenaza cristiana sobre el reino proveniente de Málaga, ciudad que en el año 1487 el Zagal se apresuró a defender como pudo, perdiendo así todas sus posiciones en Granada en favor de su sobrino, quien ya había firmado previamente un tratado con los Reyes Católicos en el que se comprometía a hacer la guerra a su tío en beneficio de éstos y a rendir la capital nazarí. La defensa de Málaga fue una lucha tan dura como inútil por parte de el Zagal, puesto que al final ésta cayó en manos cristianas el 18 de agosto de ese mismo año. La siguiente pérdida de Vélez-Málaga le obligó a retirarse a Almería. Durante todo el año 1488, el Zagal intentó contrarrestar el avance cristiano en la zona de Guadix, objetivo que logró por un cierto tiempo, hasta que su resistencia fue quebrada con la caída de Baza, el 4 de diciembre del año 1489, ciudad que se encontraba gobernada por Yahya al-Nayar, pariente próximo de el Zagal. Previamente, Yahya había concertado una capitulación lo más honrosa posible con los Reyes Católicos a espaldas de El Zagal. La caida de Baza determinó también la el valle del Almanzora y la sierra de los Filabres. A raíz de esa pérdida, desolado y cansado de hacer una guerra inútil, El Zagal consintió en negociar con los Reyes Católicos el 10 de diciembre de 1489, unas capitulaciones en las que se comteplaba su sitación personal y el detalle de la entrega de las principales ciudades que habían estado bajo su dominio, con Almería como ejemplo. Además de ello, se permitía el libre paso de sus gentes al Norte de África durante un año, pudiendo llevar con ellos muebles y enseres.
A El Zagal se le reconocía la soberania de un territorioformado por los distritos de Andarax, Orjiva, Lecrín y Lanjarón, incluyendo rentas y vasallos así como la mitad de las rentas de las salinas de La Malaha, además de recibir la cantidad del 20.000 castellanos de oro.
En el momento de capitular con los Reyes Católicos se hallaban junto a él, Zoraya, viuda de su hermano Muley Hacén y los hijos que tuvo con él, los infantes Sad y Nasr, a los que El Zagal trató de modo generoso cediéndoles parte de los bienes estipulados en las capitulaciones. Unos meses después, hubo disidencias internas y una revuelta en junio de 1490, y presiones de su sobrino Boabdil y de los cristianos, sufrió también campañas de desprestigio por parte de su sobrino que le hacían culpable de los males del reino.
Aplicando uno de los términos de la capitulaciones, que era pasar al Norte de África devolviendo las tierras recibidas y tomando a cambio la cantidad de treinta mil doblas castellanas, marchó a Oran con los más fieles de los suyos. Su marcha fue vista con alivio por los Reyes Católicos, quienes no le agradaba su presencia en aquellas tierras. El fin de El Zagal es confuso, se ha difundido historias que cuentan que el rey de Fez lo mando aprisionar y lo privó de visión, marcho a Vélez de la Gomera en donde vivió de la caridad. Sin embargo, parece que lo más ajustado a la verdad es que debió de morir en Tremecén.
n Tremecén.e