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MORAYMA
Fue la hija de Ali Athar, señor de Xagra, alcaide de Loja, primer mayordomo de la Alhambra y alguacil mayor del Reino de Granada.
Los cronistas de la época la describían de la siguiente manera:
...la novia vestía saya y chal de paño negro y una toca blanca que casi le ocultaba el rostro, lástima, porque sus facciones son muy lindas y seductoras.
Un poeta musulmán asegura que Morayma tenía: Ojos grandes y expresivos en un rostro admirable, a través de las tupidas ropas adivinábanse unos hombros, unos brazos, unas caderas y un talle de clásicos y opulentos contornos.
A los 15 años de edad contrajo matrimonio con Muhamed Abú Abdallah, conocido como Boabdil, el último rey de la dinastía nazarí que gobernó Granada
"Allí (en Loja) conoció Boabdil a Morayma, la hija de Aliatar. Cuando volvía de la batalla, que a diario ocurría, sus ojos se encontraban y sus almas se juntaron para siempre.
Al volver el Rey a Granada triunfante y lleno de vida, eligió a Morayma por Sultana, verificándose las bodas reales con pompa y alegría, único momento en su existencia de respiro y felicidad."
El amor que Boabdil sintió por su esposa debió ser tan profundo que tomó la decisión definitiva de abandonar su refugio almeriense de Laujar cuando ella murió. También se sabe que, tras sepultarla en Mondújar, nunca más volvió a contraer matrimonio.
La boda entre Boabdil y Moraima tuvo lugar en Loja y fue un acto sencillo y de gran alegría, estuvieron presentes, Aliator y los hermanos de Moraima, los educadores de Boabdil y su madre Aixa, aún se recuerda el resplandeciente rostro de Moraima a la luz de la luna llena que iluminaba las maravillosas sierras que rodean Loja; el matrimonia fue por amor.
Boabdil no se llevaba bien con su padre que no quería que mi esposo fuese su descendiente.
A los pocos meses del matrimonio, Boabdil volvió a Granada en donde fue proclamado rey, ya que estaba ausente su padre y había un gran descontento contra Muley, entonces Moraima paso a vivir en la Alhambra, allí nació su primer hijo Ahmed.
Después de la batalla de Lucena, en la que muere su padre Alí Athar y es hecho prisionero Boabdil, se proclama rey de Granada de nuevo el padre de Boabdil, Muley Hacen. Moraima tiene que retirarse con mi hijo Ahmed a un carmen del Albaicín, donde sobrelleva los largos meses del cautiverio de su esposo en Porcuna. Al fin, los castellanos liberan a Boabdil tras un pacto en el que, entre otras condiciones, ha de entregar como rehén a su hijo Ahmed, que acababa de cumplir dos años.
Cuando Boabdil llego al Albaicín se inicio una guerra interna entre los partidarios de Boabdil y de su padre. Boabdil decidió para evitar más derramamiento de sangre partir a Al-
A los reyes católicos no le gusto el acuerdo y asaltaron Loja con un gran ejercito, fue una masacre, Boabdil fue herido y otra vez cayo prisionero de los reyes cristianos, para liberarlo decidieron que tenia que volver como rey a Granada y combatir a su tío, pero tomaron como rehén a su segundo hijos junto a otros hijos de sus asesores y generales. Entonces la tristeza de Moraima fue a más, no tenia consigo a sus dos hijos, se volvió taciturna y solitaria, no quería hablar con nadie.
En 1941 Granada es sitiada por las tropas cristiana y empieza a aparecer el hambre, Boabdil y sus asesores empieza a dialogar con el rey Fernando para firmar unas capitulaciones, en noviembre se firman en Santa Fe y a cambio de entregar Granada, se respetarían las propiedades de todos los que quisiesen quedarse y se permitiría el culto musulmán y las mezquitas. A Boabdil se le da en propriedad tierras en el valle de Andarax en Almería así como propiedades de la zona este de las Alpujarras granadinas.
El 2 de enero de 1492 Boabdil entrega las llaves de la ciudad de Granada al rey Fernando, y ese mismo día se entregan a todos los hijos que tenían los reyes cristianos como rehenes, por fin Moraima pudo abrazar a sus dos hijos, fue un momento de gran alegría para Moraima y Boabdil y para las demás familias.
Al cabo de unas semanas se marcharon a Andarax, recogieron sus pertenecías y partieron con sus sirvientes y gente de confianza, Boabdil desenterró a sus antepasados del cementerio de la Alhambra y lo enterró en un nuevo cementerio en Mondujar.
Se instalaron en una localidad llamada Laujar, allí Moraima paso quizás los mejores días de su vida, estaba junto a sus hijos y su sonrisa volvió a mi rostro, Boabdil se dedicaba a estar con su familia y a la caza con halcones y galgos. Pero poco duro la felicidad, su segundo hijo con apenas cinco años años muere, y a los pocos meses muere Moraima de tristeza, la última voluntad de la reina de Granada fue ser enterrada en el cementerio de Mondujar junto a los reyes de la dinastía nazarí, junto a su padre Aliatar y sus hermanos. Boabdil dispuso la entrega de ciertos bienes al alfaquí de Mondújar para que rezara dos veces en semana ante la tumba de Moraima y una renta importante a los ulemas a fin de que oraran diariamente por su esposa en dicha mezquita
Sin Moraima ya no tenia sentido la de Boabdil en Andarax, a los pocos meses Boabdil vendió sus propiedades y junto a muchos de sus partidarios partió desde el puerto de Adra hacia Marruecos y se instaló en la ciudad de Fez que estaba gobernada por un pariente suyo, allí se construyó un palacio en el vivió cuarenta años, nunca tuvo más mujeres, solo tenia el recuerdo su único amor Moraima.
ENTIERRO DE MORAYMA
Cuando murió Morayma, según la costumbre musulmana, sus sirvientes lavaron su cuerpo y lo perfumaron con almizcle, alcanfor y otras sustancias aromáticas. Inmediatamente después, el cadáver fue envuelto en un sudario de color blanco sin coser ni en la cabeza ni en los pies. Tras este rito, Morayma fue colocada sobre unas parihuelas, cubierta con su hhaik (vestido). Un grupo de cuatro o cinco hombres, los de más confianza de Boabdil, portaron el cadáver junto a otro numeroso grupo de personas, se trataba del entierro de la reina, la última reina de Granada y única reina de la Alpujarra.
Llegados al cementerio y después de una breve oración, el cadáver fue colocado en la huesa sin ataúd. La inhumación de Morayma se realizó en una fosa estrecha donde el cadáver se colocó sobre la tierra mirando hacia La Meca. De esta forma, quedaba cumplido el deseo de Morayma de ser enterrada en Mondújar y con un estricto rito musulmán, ya que en vida y en su testamento dejó clara su profunda religiosidad.
Una vez depositado el cuerpo en su tumba, se colocó una laja de piedra y se construyó un túmulo de tierra formada por gradas de mortero o sillares de arenisca sobre la que reposaba una lápida.
Testamento
Morayma dejó parte de sus tierras a Hamet Aziguy, Helil Açogayar y Mahomat Almeyres para que la cuidaran y labraran. También dejó dicho que la mitad de lo obtenido por el cultivo de las tierras lo entregaran a la mezquita, al alfaquí y a sus mayordomos.
Pidió que se rezara dos veces por semana sobre su tumba.