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REINOS DE TAIFAS
Las taifas fueron un conjunto de pequeños estados (ملوك الطوائف) que fueron apareciendo entre la desintegración del califato de Córdoba a partir de la fitna o guerra civil que estalló en 1009 tras la muerte del último caudillo amirí Abd al-
Orígenes, apogeo y caída de los reinos de taifas
Desde que el califa Hisham II es obligado a abdicar en 1009 hasta el año de la abolición formal del califato en 1031 se suceden en el trono de Córdoba nueve califas, de las dinastías omeya y hamudí, en un escenario político caótico que dio paso a la independencia paulatina de las taifas de Almería, Murcia, Alpuente, Arcos, Badajoz, Carmona, Denia, Granada, Huelva, Morón, Silves, Toledo, Tortosa, Valencia y Zaragoza. Cuando el último califa Hisham III es depuesto y proclamada en Córdoba una república, todas las coras (provincias) de Al-
En el trasfondo se hallaban problemas muy profundos. Por una parte, las luchas por el trono califal no hacían sino reproducir las luchas internas que siempre habían asolado el emirato y el califato por causas raciales: árabes, bereberes arabizados y nuevos, muladíes o eslavos, que estaban constituidos inicialmente por esclavos libres de origen centroeuropeo o del norte peninsular y conseguido puestos importantes en la administración. También influían la mayor o menor presencia de población mozárabe, el afán de autonomía de las áreas con mayores recursos económicos y la agobiante presión fiscal necesaria para financiar el coste de los esfuerzos bélicos.
Inicialmente se constituyeron más de veinte pequeños estados o taifas autónomas dirigidos por caudillos locales procedentes de una familia que se perpetuó a lo largo del siglo XI en una dinastía reinante. Así ocupan el poder clanes de la antigua aristocracia árabe en Valencia (amiríes (descendientes de Almanzor) y Zaragoza (tuyibíes y hudíes). En la zona occidental se hicieron con el poder tribus bereberes muy arabizadas, que formaban parte de la población andalusí desde la conquista de Tariq a comienzos del siglo VIII: los aftasíes en Badajoz, birzalíes en Carmona, ziríes en Granada, hamudíes en Algeciras y Málaga y abadíes en Sevilla. Con el paso de los años, las taifas de Sevilla (que había conquistado todas las pequeñas taifas de la Andalucía occidental y Murcia en la parte de la oriental), Badajoz, Toledo y Zaragoza, constituirían las potencias islámicas peninsulares.
En general, las taifas más poderosas fueron absorbiendo con el tiempo a las más pequeñas. Así, la taifa de Sevilla, conquistó y anexionó a las más pequeñas de Arcos, Algarve, Algeciras, Morón, Ronda, Carmona, Huelva, Mértola, Niebla y Silves, estas últimas, situadas al sur del actual Portugal, ambicionadas también por la taifa de Badajoz. Por otro lado, en la antigua Marca Superior del califato, los hudíes de Zaragoza reunieron un conglomerado que en ocasiones se segregaron como taifas independientes, formado por Tudela, Calatayud, Huesca, Lérida o Tortosa, llegando hacia 1080 a ocupar el territorio peninsular de la poderosa taifa de Denia (que consiguió conquistar las Baleares y Cerdeña y reunió una flota de guerra de ciento veinte naves) y hacer vasalla a la rica pero desprotegida Taifa de Valencia. Sin embargo, en esta zona, y gracias a su hábil manejo de la diplomacia, lograron sobrevivir dinastías independientes en la taifa de Albarracín y la taifa de Alpuente.
Durante el apogeo de los reinos de taifas del siglo XI sus reyezuelos intentaron reproducir las estructuras del califato omeya a una escala menor. Para ello compitieron entre sí no solo militarmente sino también procuraron mostrar su esplendor intelectual. Para ello, trataron de rodearse de los más prestigiosos poetas, científicos y artistas. Paradójicamente, el periodo de taifas fue a su vez el del máximo apogeo de la cultura andalusí, y en este siglo sus creaciones intelectuales adoptan caracteres propios e independientes del islam oriental. Nace en este siglo una filosofía en Al-
Sin embargo, la disgregación del califato en múltiples taifas, que podían subdividirse o concentrarse con el paso del tiempo, hizo evidente que sólo un poder político centralizado y unificado podía resistir el avance de los reinos cristianos del norte. Al carecer de las tropas necesarias, las taifas contrataban mercenarios para luchar contra sus vecinos o para oponerse a los reinos cristianos del norte. Incluso guerreros cristianos, como el propio Cid Campeador, sirvieron a reyes musulmanes, luchando incluso contra otros reyes cristianos. Sin embargo, esto no fue suficiente y los reinos cristianos aprovecharían la división musulmana y la debilidad de cada taifa individual para someterlas. Al principio el sometimiento era únicamente económico, forzando a las taifas a pagar un tributo anual, las parias, a los monarcas cristianos.
No obstante, la conquista de Toledo en 1085 por parte de Alfonso VI de León y Castilla hizo palpable que la amenaza cristiana podía acabar con los reinos musulmanes de la península. Ante tal amenaza, los reyes de las taifas pidieron ayuda al sultán almorávide del norte de África, Yusuf ibn Tasufin, quien pasó el estrecho de Gibraltar estableciéndose en Algeciras y no sólo derrotó al rey leonés en la batalla de Zalaca (1086), sino que conquistó progresivamente todas las taifas.
Principales taifas ordenadas por orden alfabético:
Albarracín (Teruel), pequeña taifa de los beréberes arabizados Banu Razín desde 1013 hasta el 1104 que fueron conquistados por los almorávides.
Algeciras (Cádiz), plaza de los hammuditas, dinastía árabe descendiente del profeta muy vinculada al Magreb y que gobernaban también en Málaga, Ronda, Ceuta y Tánger hasta aproximadamente el 1048 que una rama de la familia en la persona del príncipe Muhammad independiza la plaza hasta que en el 1055 es conquistada por Sevilla.
Almería. El eslavo Jayrán, destacado ex esclavo palatino se impone hacia el 1014 en el importante puerto y plaza de Almería siendo sucedido a su muerte en 1028 por otro eslavo, Zuhayr. En 1038 se sometió al rey de Valencia Abd al-
Badajoz. Fueron de los primeros en no reconocer al califa de Córdoba ya que desde principios de siglo el eslavo Sabur gobernaba independientemente en un extenso reino que incluía a Lisboa y a Mérida a la que se había impuesto en la región, a su muerte los Aftasíes, beréberes arabizados se entronizan teniendo que pagar parias o tributos al rey Fernando I de Castilla en el 1057 pues amenazaba su reino, y finalmente son ser exterminados por los almorávides en el 1094 huyendo el útlimo de los aftasíes a Castilla.
Baleares. Otro eslavo, el ya rey de Denia Muchahid ocupa las Baleares en el 1014, a la caída de esta ciudad en manos de Zaragoza se proclaman independientes hasta que en el 1114 al ser atacada por los cristianos piden ayuda a los almorávides que la unen a su imperio en el 1116.
Carmona (Sevilla), junto a Morón, Arcos, Niebla ó Ronda forma un arco de pequeñas taifas que bordean la poderosa Sevilla. Los beréberes Birzalíes de la tribu Zanata gobernarán conociéndose cuatro príncipes soberanos hasta que fue conquistada por Sevilla hacia 1067.
Córdoba. Como sede del califato fue la última en proclamarse independiente como república en 1031. Regida por los Banu Chafar, familia árabe asentada tres siglos antes, padre, hijo y nieto se sucederán en el gobierno hasta ser conquistados por los sevillanos en 1070. Entre 1075 y 1078 cayó en manos del reino de Toledo, y tras ser recuperada por Sevilla, la tomaron los almorávides en 1091.
Denia, (Alicante). Desde el 1015 un eslavo gobernaba en estas tierras levantinas siendo sucedido por su hijo que en 1076 fue destronado por el rey de Zaragoza.
Granada. Conocida como Elvira hasta este siglo en que los beréberes Ziríes de la tribu Sinhacha, hacia el 1013 obtienen esta cora como premio a su participación en los últimos episodios califales siendo su primer emir Zawí ben Zirí. Le sucede Habus (1019-
Morón, (Sevilla). En manos de los Dammaríes, clan de la tribu Zanata oriundos de Túnez, conocerá tres emires entre 1013 y 1066 en que son conquistados, como no, por Sevilla.
Murcia.Unida inicialmente a los eslavos de Almería, y a Valencia hasta que en 1063 los Banu Tahir, de origen árabe, se independizan hasta que son conquistados por Sevilla en 1078, manteniéndose en rebeldía latente hasta ser conquistados por los almorávides en 1091.
Niebla, (Huelva). Los árabes Yahsubíes gobiernan esta plaza de fuertes murallas aún hoy conservadas, tres reyes se suceden hasta ser dominados por Sevilla en el 1053-
Santa María del Algarve (Faro, Portugal).La hoy ciudad de Faro se independizó con el muladí Ibn Harun hacia 1013 hasta 1041. Sucedido por su hijo que no sucumbió ante el imparable avance expansionista del reino de Sevilla en 1051-
Toledo. Cuando el poder califal agonizaba hacia el 1010 los toledanos dejaron de obedecer a Córdoba, en 1018 los Zennún, beréberes arabizados, llegan al poder siendo su rey al-
Valencia. Independiente de Córdoba desde 1009, dos eslavos, Mubarak y Muzzafar gobernarán la comarca hasta su muerte, entonces se proclama rey a un nieto de Almanzor, que instauran la dinastía amirí hasta 1065-
Al decaer el poder de los almorávides a medidados del siglo XII nuevamente resurgen reinos de taifas hasta que una nueva invasión norteafricana, los almohades, acabe con ellas para renacer de nuevo tras la caída de éstos. (S. XIII), aunque ya sólo Granada resistirá al empuje cristiano hasta 1492.