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La agricultura

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LA AGRICULTURA
La agricultura era la base de la economía del Reino de Granada, era su principal fuente de ingresos y la llave de su propia subsistencia. En la agricultura del reino nazarí era primordial el cultivo de los cereales, y concretamente el del trigo, la cebada y el mijo, que se hacía en la Vega y en las zonas del norte del reino, además de otras zonas como Fuengirola, Almería, Alhama y Cártama.
Los cereales cultivados, y concretamente el trigo, siempre resultaron escaso para las necesidades de la población, además dependían de que fuera un año bueno de lluvias; por lo que se vieron en la necesidad de traer trigo de fuera, unas veces de Castilla y otras de Marruecos.
Con el avance castellano, a media que los granadinos fueron perdiendo territorio y aumentando su demografía, la importación de trigo se hizo cada vez mayor. Aquel tipo de cultivo traía como consecuencia la existencia  de molinos, instalados a orillas de los ríos. Se llegaron a contabilizarse hasta ciento treinta molinos en el reino de Granada.
Junto con los cereales, las tierras de Granada contaban con el olivo, pero las zonas más abundantes eran las tierras sevillanas (Aljarafe), cordobesas y giennenses que estaban en su mayoría en manos cristianas. Lo castellanos solían hacer tales de olivos en sus incursiones guerreras, por lo que al final del reino de Granada se vio muy disminuido el número de olivos.
Junto al cultivo de los cereales y olivos estaba extendido la vid, la uva se utilizaba, además de como fruta comestible, para fabricar vino y para la producción de pasas, estas últimas tuvieron una gran fama y fueron un producto muy buscado por los comerciantes de fuera, hay noticas de que las más apreciadas se cultivaban en Comares, Almuñécar, Málaga y Cártama
Las higueras y los almendros se daban también a menudo en las tierras del reino, junto con otros árboles, como nogales, manzanos, granados, naranjos, limonero, perales, membrillos, duraznos y cerezos, para el cultivo de frutales en las zonas accidentadas se utilizaban los bancales.
Las actividades agrícolas más practicadas, por ser las más intensivas y más productiva, fueron los cultivos de huerta y árboles frutales, los hortalizas más cultivadas eran las cebollas, las berenjenas, las lechugas y los pepinos. Las hierbas aromáticas, como el comino, la albahaca, el serbal y la genciana, ocupaban un lugar importante en los huertos granadinos, también se cultivaban ciertas plantas para tintar, como la alheña, que también se conoce como "henna" , y que se utilizaba para teñir de rojo.
De las especies  la más importante era el  azafrán que se  cultivaba en Baza y se exportaba a otros lugares. La caña de azúcar se cultivaba en las vegas de Almuñécar, Salobreña y Motril, este cultivo llego a desarrollarse más después del descubrimiento de América, apareciendo los grandes ingenios. La manufactura del azúcar del reino nazarí y su comercialización estaba en manos de los genoveses desde mediados del siglo XIV. También en la costa se daba el plátano.
De las plantas textiles se cultivaba algodón en la zona de Guadix, el lino en los alrededores de Almería y en la zona de Elvira a orillas de Genil, estos productos eran de muy buena calidad.
Los morales, o morera negra, más importante se daban en la Alpujarra, variedad que los granadinos siempre prefirieron a la morera blanca. La seda era el producto textil más importante para la economía granadina. Además de la Alpujarra se obtenía seda en otras zonas de Granada, Málaga, así como en la zona de Comares en la serranía de Ronda. Relacionados también con la producción de la seda estaba lo productos tintóreos, el más importante de los cuales fue la cochinilla para teñir de color rojo.
La seda granadina que se  fabricaba principalmente en la Alpujarra: tisúes, terciopelos, damascos y otros tejidos eran de gran calidad y hacían competencia a los de Egipto, Damasco y Siria. Las sedas alpujarreñas desplazaron en el comercio de Europa a las que venían de oriente, por su gran calidad. Se hicieron famosas las sedas de Juviles, Válor y Ugíjar. Los genoveses adquirían los productos de la seda en las alcaicerías y en los puertos de Almería, Málaga y Granada, para venderlas en Flandes, Inglaterra y demás puertos europeos. Los judíos se quedaron con el comercio interior. Según Idrisi, en la provincia de Albocharat (Alpujarra), había más de 600 pueblos que proporcionaban seda. La Alpujarra era conocida como el país del sirgo (seda).
En Granada se llegó a constituir el barrio de la seda, donde se seleccionaba, coloreaba y se tejía, o se disponía en madejas, para su venta. Era el llamado, hoy en día, El Realejo, allí estaba enclavada la Garnata al-Yahud (Granada de los Judíos).
La cosecha total de la Alpujarra era de 23.000 kilogramos de capullos y 35.000 de seda cruda. Esta industria y cría del gusano de seda, en la que participaba toda la familia, era el trabajo complementario a la agricultura y fuente de bienestar social. En los meses de invierno se manipulaban los capullos y la seda, ocupando los meses de paro agrícola.
En la explotación del suelo los árabes del reino de Granada aprovecharon todo lo que los romanos habían hecho, perfeccionándolo y añadiéndole experiencias propias. El resultado fue una  espléndida agricultura que, sobre todo en las técnicas de explotación del agua y su uso en regadío, alcanzó una gran altura.  Los árabes granadinos recogieron su saber en la agricultura en varios tratados que no han llegado en la actualidad, destacando los libros del almeriense Ibn Luyún, de principios del siglo XIV. Los agricultores granadinos supieron crear además un equilibrio inteligente en los cultivos, dedicando sus tierras a los productos que necesitaban para su supervivencia, y también a otros productos que destinaban al intercambio, para obtener otros bienes que no tenían más remedio que importar de otros países.

Huerta de la Alhambra
El granado
Gusanos de seda
Arboles frutales
Trigo en la Vega granadina
 
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