IBN AL JATID
Lisan al-Din ibn al-Jatib o Muhammad ibn Abd Allah ibn Said ibn Ali ibn Ahmad al-Salmani (Loja, 15 de noviembre de 1313 - Fez, 1374) fue un poeta, escritor, historiador, filósofo y político de Al-Ándalus. Algunos de sus poemas decoran las paredes de la Alhambra en Granada.
Al Jatib nació en Loja el seno de una familia árabe de origen yemení. Tras instalarse su padre en Granada, pasó gran parte de su vida en la corte del sultán Nazarí, Muhammed V, a quien sirvió como historiador y ministro y con quien llegó a establecer lazos de amistad. Desempeñó altas funciones políticas, pues fue nombrando doble visir, lo que le valió el apodo de Dhû l-wizaratayn o "el hombre de los dos visiratos".
Durante una epidemia de peste que azotó a España en 1348, enunció por primera vez la noción de contagio y recomendó aislar a los enfermos y destruir sus sábanas. Describió con rigor el desarrollo y la propagación de una epidemia.
El ascenso de Ibn Al Yayyab, su principal mentor, hasta el visirato propiciaría el paralelo ascenso de Ibn Al Jatib; y más aún, la muerte de aquel, acaecida en 1349, permitiría que recibiera de Yusuf I el importante cargo de Jefe de la Secretaría real, dignidad a la que unió la de ministro y el mando militar, entre otras varias responsabilidades. Así pues, Ibn Al Jatib, con poderes y confianza sin límites, y gracias a su extraordinaria capacidad de trabajo intelectual y político, y a su cada vez más sólida situación económica, acrecentaría sin freno su prestigio personal. Con la proclamación del nuevo monarca Muhammad V, Ibn Al Jatib viviría un tiempo en compás de espera como lugarteniente del liberto Ridwan, autentico hombre fuerte de la corte en aquel momento. Entonces tendría tiempo para demostrar sus grandes cualidades para la diplomacia, trasladándose a la corte merinida de Abu Inan, para solicitar el apoyo de este príncipe contra las armas extranjeras de los castellano-leoneses.
Ibn al-Jatíb se presentó en dicha audiencia regia, adelantándose a los visires y jurisconsultos que formaban parte de la embajada, y dirigiéndose al propio Abu Inan solicitaría permiso para recitar, de forma literaria, su misión, antes de entrar a parlamentar. El príncipe accedió a ello, y encontrando muy hermosas sus palabras. A continuación colmaría de mercedes e infinidad de regalos a los miembros de la embajada y, antes de despedirlos, les concedió cuanto solicitaron. Merced a estas habilidades no tardó Ibn Al Jatib en ganar el título político de doble visir que tradicionalmente se concedía a los visires con poderes ejecutivos. Su influencia en la corte y su riqueza provocarían la envidia de los cortesanos, hasta que uno de sus discípulos, el poeta Ibn Zamrak, de la escuela maliquí, conspirara contra él, acusándole de deslealtad al Islam, debido a los postulados sufistas que profesaba. Fue exiliado a Fez, en donde disfrutaría de un tiempo de vida especialmente agradable bajo la protección del rey merinida, coincidiendo en el tiempo con el destronado Muhammad V. Durante este periodo Ibn Al Jatib también residiría en la ciudad de Sale, hasta el año 1362, en que Muhammad V recuperara nuevamente el trono de Granada, reclamando su regreso para reponerlo en el puesto que había ocupado hasta el exilio. Ibn Al Jatib había quedado marcado por la desconfianza, a pesar de recobrar altas dignidades y poderes; tantos y tan grandes, que los familiares del príncipe y otros cortesanos comenzaron a levantar contra él todo género de intrigas y calumnias, fundamentalmente referidas a su concepción materialista de la vida. Ibn Al Jatib, advertido de las conspiraciones que se urdían contra él, llegaría a concebir la idea de abandonar la corte andalusí en busca de seguridad, y bajo la excusa de encabezar una misión para inspeccionar las fortalezas que cubrían la parte occidental del reino andaluz de Granada, huye camino de Tremecén en el 1371-1372, buscando la protección del sultán Abd Al Aziz. En el año 1372, muerto Abd Al Aziz, los meriníes dejarían la ciudad de Tremecén, regresando al Magreb, cosa que también haría Ibn Al Jatib, que se estableció en Fez, rodeándose de numerosas propiedades, tierras y excelentes casas con hermosos jardines. Pero todos los enemigos no habían se quedado en Granada; el ministro Sulayman Ibn Dawud guardaba también sus cuentas pendientes, e Ibn Al Jatib fue arrestado. Acusado de heterodoxia por los dignatarios granadinos –sus antiguos alumnos y amigos- fue sometido a tortura y encarcelado. Por órdenes secretas del ministro Abd Al Aziz, y aprovechando la noche, un grupo de gente asalariada, a la cual se unieron los enviados andaluces, forzaron las puertas de la prisión y estrangularon a Ibn Al Jatib. Al día siguiente se le enterró en el cementerio de la Puerta de Mahruk, y un día más tarde su cadáver aparecería exhumado y quemado al borde de la fosa. Durante los días de su prisión, el desventurado lbn Al Jatib se preparaba para bien morir: aún tuvo el valor suficiente para coordinar sus ideas y componer muchas elegías sobre el triste fin que le esperaba. Murió en 1374.
Su obra:
Sus más de setenta obras, que abarcan materias muy diversas, pueden dividirse en las siguientes categorías: antologías (Al-Katiba al-Kamina - El escuadrón al acecho, Kitab al-sihr wa-l-shi`r - Libro de magia y de poesía), ascética y sufismo (Istinzal al-lutf - Invocación de la gracia, Rawdat al-ta`rif bi-l-hubb al-sharif - Jardín de la definición del amor supremo), derecho, género biográfico (Al-Ihata fi ta´rij Garnata - La información completa acerca de la historia de Granada, al-Iklil al-zahir - La diadema resplandeciente),género epistolar, geografía y viajes (Jatrat al-tayf, Mi`yar al-ijtiyar), historia ( A`mal al-a`lam - Gestas de los hombres, Al-lamha al-badriya - El resplandor de la luna llena, acerca de la dinastía nazarí), medicina (Kitab al-wusul), política, poesía, etc.3 Escribió gran parte de sus libros en medio de crisis de insomnio, por lo que fue llamado Dhu l-`umrayn, o "el de las dos vidas", ya que mientras los demás dormían, él se mantenía despierto, de forma que vivía también de noche. En 1369 escribió una autobiografía.